julio 29, 2010

Intento de cuento # 58

Este era un oso que queria ser un pato, pues envidiaba las migraciones que llevaban a cabo cada temporada de frio hacia lugares mas calidos, mientras que el se encerraba en su cueva para pasar el invierno dormido, cada primavera tenia que escuchar a los patos hablando de lo bien que la habian pasado en toda clase de lugares paradisiacos y exoticos, hablando acerca de lo diferente que era todo alla en el hemisferio sur, sobre su gran diversidad de paisajes, este oso ocupaba practicamente todo el tiempo que pasaba despierto pensando en las posibilidades, imaginando que tomaba una piña colada en las lindas playas de cancun, su bebida servida en un bonito coco, con una sombrilla en un palillo de dientes clavado en su corteza, con todo el estilo del mundo, portando unos lentes oscuros mandados a hacer a su medida, y una linda camisa de floreada digna del mas chulo de los narcotraficantes, sin embargo el pobre no conseguia mas que sentirse desaireado, cada vez que la burbuja de sus fantasias primaverales terminaba siendo reventada por la triste e inalterable realidad, los osos no viajan en invierno, los osos duermen, la migracion es cosa de patos y desafortunadamente nuestro protagonista no tenia plumas, no hacia quack y su peso estaba poco mas de media tonelada por encima del peso de cualquier criatura capaz de levantar el vuelo. el panorama no daba mucho espacio para ponerse optimista, pareciera que nustro amigo estaba destinado a ser consumido por la desesperacion causada por la desconcertante imposibilidad de sus sueños.